Conocimientos básicos y avanzados sobre el autismo - Módulo 1
3. PATRONES DE COMPORTAMIENTO, INTERESES O ACTIVIDADES RESTRINGIDOS Y REPETITIVOS
3.4. Hiper o hiporreactividad a la entrada sensorial
El procesamiento sensorial alterado es una característica importante del cuadro clínico del TEA. Diferentes formas de comportamiento indican un procesamiento alterado de la información sensorial (oler objetos; fascinación por la textura, el sonido, el olor, la vibración y otros aspectos sensoriales de los juguetes; evitar la ropa y los alimentos de una determinada textura, etc.). El trastorno del procesamiento sensorial abarca todo el espectro autista y está presente en todos los grupos de edad. Puede tener un impacto significativo en las actividades de la vida cotidiana, el rendimiento escolar, la eficiencia laboral, las relaciones sociales y la calidad del tiempo de ocio. Las personas con autismo pueden ser excesivamente sensibles a algunos estímulos sensoriales. Es relativamente frecuente que un niño tenga miedo a los sonidos de los electrodomésticos, los vehículos y el ruido ambiental, y que intente conseguir la regulación sensorial tapándose los oídos. Por otro lado, algunos niños son hiposensibles, lo que se manifiesta, por ejemplo, en su menor sensibilidad al calor, al frío o al dolor. Hay que tener en cuenta que diferentes personas con autismo pueden reaccionar a la sobrecarga sensorial de formas completamente diferentes. Algunas personas se "desconectan" completamente, lo que desde el punto de vista del observador puede parecer una hiporreactividad, más que una sensibilidad excesiva. En otros, la "lucha" con la estimulación sensorial tomará la forma de un comportamiento autoestimulante y repetitivo, y hay quienes centrarán toda su atención sólo en algunos estímulos, bloqueando el acceso a los menos deseables (Crespi, 2021).