Estrategias de coordinación - Módulo 5
3. ARTICULACIÓN ENTRE LA ESCUELA PRIMARIA Y LA SECUNDARIA
3.2. ¿Cómo deben articularse los centros de primaria y secundaria para mejorar la transición de sus alumnos?
Para mejorar el proceso de transición de la escuela primaria a la secundaria, con el fin de adaptar el nuevo contexto educativo y superar las barreras que impiden una transición satisfactoria, es fundamental desarrollar intervenciones que modifiquen el entorno escolar.
La transición entre escuelas debe respetar el desarrollo de los niños/alumnos, para que la escuela primaria sea y sirva de base para el desarrollo de los alumnos en los ciclos siguientes (Melo, 2009).
Hay aspectos fundamentales cuando se habla de transición escolar: la adaptación social e institucional, la adaptación a nuevos horarios y espacio escolar; la continuidad con el currículo entre la escuela primaria y la secundaria; el desarrollo del niño; el tipo de transición; la construcción de puentes y la minimización de barreras (Evangelou et al. (2008).
Para garantizar estos aspectos fundamentales:
Es fundamental que todos los agentes sociales (familia, alumnos, profesores de primaria y secundaria y otros) trabajen juntos para garantizar una transición fluida para el alumno.
Las transiciones deben planificarse con suficiente antelación: esto puede significar que la primera reunión formal de planificación con el centro de Secundaria tenga lugar en el centro de Primaria; por ejemplo: ambos centros deben intercambiar visiones generales sobre sus planes de estudio y prácticas pedagógicas.
Establecer un protocolo de transición que incluya un proceso de evaluación. El protocolo puede actualizarse fácilmente después de la evaluación por parte de los alumnos, los padres y los profesores.
Los profesionales que lideran el proceso de transición a la escuela secundaria, junto con la familia y los profesores de la escuela primaria, deben elaborar un plan de transición en el que se detallen los puntos fuertes y las áreas en las que puede ser necesario un apoyo adicional.
Asegurarse de que el plan de transición se divide adecuadamente en pasos pequeños y alcanzables.
Establecer un calendario o cronograma de transición que, en caso de necesidad, pueda reajustarse.
Reuniones entre el profesorado de los dos centros con la participación de los profesores de educación especial antes y durante la transición para transmitir información sobre las características específicas de los alumnos y sus dificultades, el enfoque curricular y otras cuestiones importantes.
Ambas escuelas deberían articular y organizar visitas adicionales o diversas actividades en las que participen alumnos, padres, profesores y personal de ambas escuelas.
Para una transición cálida, positiva y exitosa, las estrategias deben ser pensadas y planificadas involucrando lo mejor posible a todos los agentes fundamentales de esta transición: los alumnos, sus familias y la comunidad escolar de primaria y secundaria (otros alumnos, profesores, profesores de educación especial, dirección del centro, psicólogos y otros terapeutas, etc.).